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Flota de la Ciudadela

La Flota de la Ciudadela es la principal fuerza de defensa espacial de la estación. El buque insignia de la flota es el acorazado de manufactura asari llamado Ascensión del Destino, la nave más poderosa de todas las especies del Consejo. La Flota de la Ciudadela consiste en un grupo mezclado de naves turianas, salarianas, y asari, aunque el mayor número de ellas es la de los turianos, debido al estatus de guardianes de la paz del que goza dicha especie.

Se desconoce el número exacto de naves en la flota, pero son suficientes como para patrullar todos los relés de masa que unen el Espacio de la Ciudadela con los Sistemas de Terminus y todavía sobran para mantener una fuerza estacionada permanentemente en la Ciudadela. El embajador Udina afirmó que la Flota de la Ciudadela era lo suficientemente grande como para asegurar todo el Través Aticano si el Consejo así lo deseaba.

Batalla en la Ciudadela[]

Después de la batalla en Virmire, el Consejo desplegó guarniciones de su flota en cada relé del Espacio de la Ciudadela, creyendo que Saren Arterius no se atrevería a atacar la Ciudadela directamente una vez hubieran tomado las debidas precauciones. Esta estrategia demostró ser ineficaz cuando el gran acorazado, el Soberano, y una flota de naves de guerra geth, lanzaron un ataque sorpresa contra la Ciudadela. Durant el ataque, la Ascensión del Destino ordenó al control de la Ciudadela cerrar los "brazos" de la estación, transformándola en una fortaleza impenetrable. Por desgracia, Saren ya había utilizado el Conducto para infiltrarse en la Ciudadela y encerrar tanto la estación como la red de relés, sometiendo a la Flota de la Ciudadela a un enfrentamiento en solitario contra los geth, al evitar así que llegaran refuerzos y diezmando a la flota con la ayuda del Soberano, que aplacó sin detenerse a varias naves rivales en su paso directo hacia la Ciudadela, que cerró sus brazos detrás de él.

El Consejo de la Ciudadela fue evacuado a la Ascensión del Destino, pero la nave no pudo por sí sola evitar las hordas de buques que acompañaban a Soberano. Shepard consiguió reactivar los relés de masa, permitiendo que Flotas de la Alianza, encabezadas por el Almirante Hackett, además de la Normandía, ayudasen lo que aún resistía de la Flota de la Ciudadela. Es entonces cuando estuvo en manos de Shepard decidir si los refuerzos debían concentrarse en escoltar a la Ascensión del Destino sacrificando vidas de marines humanos, o dejar el buque insignia a su suerte, evitando una confrontación directa hasta que una vez abiertos los brazos de la Ciudadela se concentre la fuerza de la Alianza en el Soberano.

Secuelas[]

Si Shepard eligió salvar al Consejo, la Ascensión del Destino sobrevive y el Consejo. No se sabe cuánto del resto de la flota sobrevivió, aunque sí es sabido que los turianos perdieron 20 cruceros, cada uno con una tripulación de 300. Las noticias galácticas en 2185 mencionan que la Ascensión del Destino hace un tour por la victoria visitando 20 colonias. Los militares de la Alianza pierden ocho cruceros y 2400 tripulantes al salvar la Ascensión.

Si Shepard optó por dejar morir al Consejo, se supone que la mayor parte de la flota que defendía la Ciudadela fue destruida. En 2185, en las noticias se informa sobre los planes de la creación de una Unidad de Defensa de la Ciudadela Aliada, que presumiblemente sustituirá a la destruida Flota de la Ciudadela. La Alianza de Sistemas proporciona la mayoría de las naves de la Unidad, mientras que las Repúblicas Asari han cedido su responsabilidad de defensa a la Jerarquía Turiana. Como resultado de la muerte del Consejo y la destrucción de la Ascensión del Destino, la Jerarquía Turiana anuncia que no limitará su producción de acorazados a totales anteriores, citando la necesidad de mayor seguridad. Por otro lado, en algunas ocasiones se le reprocha a Shepard haber decidido sacrificar vidas humanas por salvar al Consejo.

Curiosidades[]

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